miércoles, 1 de febrero de 2012

Pérdidas


Se inclinó con dificultad para recoger la cartera que había visto en el suelo y se incorporó ayudándose con el bastón. No había nadie cerca así que miró si aún contenía la documentación. Llamó a la puerta de la dirección que venía en el DNI. Le abrió una niña de unos diez años que se le abalanzó dándole besos y desconcertándole le dijo : - ¿ dónde te habías metido? -, la abuela estaba ya preocupada.

11 comentarios:

Ismael Pérez de Pedro dijo...

Abajo el alzheimer( Javier krahe y Enrique Morente, dos genios para una canción maravillosa)

http://www.youtube.com/watch?v=lPv0IrJjTqU

Andrea dijo...

Es de las peores enfermedades, tengo tanto miedo de hacerme mayor y terminar sufriéndola... ¡Abajo el Alzheimer!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Ismael:

La edad madura viene con sus complicaciones, la memoria senil o el alzheimer son una verdadera desgracia para cualquier persona.

Excelente relato, conciso y real.

Abrazos.

Gala dijo...

Que enfermedad más cruel. Y que bien la has dibujado. Con esa delicadeza tan típica tuya.

Como siempre un placer leerte.

Un saludo, desde la fría Girona.

Begoña dijo...

Sí, es cruel...a mí también me da miedo.Quizá por eso me paso la vida escribiendo diarios.

Es muy bueno el relato,Ismael.

Un abrazo fuerte.

Bego

Mimi Alonso (Miriam Alonso) dijo...

Qué texto tan crudo y al tiempo bello.
Aplausos.

lichazul dijo...

ENCANTADOR RELATO, Y sí, muchos vamos para allá, sea olvido por el degenaramiento natural de nuestra corteza cerebral o por enfermedad, la memoria envejece como nosotros , no es la excepción


un abrazo

Aurora dijo...

Me has tocado (como tantas veces) la fibra Ismael. Terrible enfermedad, que por desgracia me ha tocado vivir muy de cerca.
Excelente amigo.
Un fuerte abrazo desde Asturias fría y lluviosa.

Tati dijo...

Qué triste esta enfermedad, pero qué bonito que cuando esto ocurre haya alguien ahí que se preocupe y que se acuerde de las cosas por ti.
Que buen blog tienes :D
Un abrazo!

María Eva Ruiz dijo...

Es una enfermedad cruel esta que recreas con ternura. Yo desgracia la conozco de cerca y, es una pena que tu propio padre una mañana en vez de llamarte "hija" te llame "madre". Una enfermedad devastadora para los cuidadores, pero mucho más para quiénes la padecen.

Gracias por quedarte en mi rincón.

Un saludo cordial!

Ly Rubio dijo...

Un relato cargado de sensaciones, ¡abajo el alzheimer! casi pude ver el rostro de ese Señor cuando la niña lo abrazo, un abrazo :)