Llega el otoño a deshojar su metralla
sobre la espiga cansada de mi cuerpo.
Hoy no me consuela la justicia,
lo que han dejado de mi
pide venganza.
Quiero enseñar a nadar
a las palabras de mi garganta,
extirparme la angustia del vientre,
eyacular la rabia.
Solo la promesa de tus labios
o la sonrisa que me disparas
entre las hienas
sin medir las consecuencias
me contienen,
porque quiero dejar de ser
herida
y ser navaja.
12 comentarios:
¡Que fuerza llevan tus letras! Hieren solo de leerlas, pero son hermosas,
Feliz día, Ismael
Fina
Ismael, no sabía que en Junio fuiste premiado, me alegro mucho. Hoy he venido a leer tu poema y lo que más me gusta es la promesa y la sonrisa, tan anchas y luminosas, que hagan olvidar todo el mal.
Un abrazo
Bello desgarro que se revuelve contra la realidad.
Abzo
Tremenda fuerza en tus palabras, logran lo imposible y se agradecen ese tipo de poemas en la red.
Te saludo y espero seguir leyendote en lo consecutivo.
Feliz sábado.
Ismael,reconocernos en las letras de tu sentimiento es conmovedor. Desolador sólo esperanzado por una sonrisa... qué más queda ¡Gracias!
Ismael, reconocernos en las letras de tu sentimiento es conmovedor.La desolación esperanzada por una sonrisa... una luz.
¡Gracias!
Ismael me gusta mucho la fuerza de tus versos; sabes trasmitir emociones y un escalofrío en el deseo de "ser navaja".
No obstante, te basta una sonrisa, para ahuyentar el dolor y el odio de tu pecho.
Saludos.
Gracias por visitar mi blog y comentar el poema.
¡Gracias, Ismael!
(Lo de casado y cosido me ha encantado. Ahí estamos).
Un gran abrazo.
Un final arrollador, con garra, me ha gustado mucho.
Un saludo. :)
Que profundas y sentidas letras un gran poema felicitaciones.
Un gran abrazo feliz semana amigo.
Bellas y con garra son estas letras que nos regalas.
Besos
profundo pensamiento
dejar de ser lastimado para lastimar
brindo por vos
y tu blog
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