Ella se quita cada día sus ojos,
Y me los da,
Envueltos en papel de regalo,
Para que mire el mundo con los suyos,
Y yo,
Incapaz,
Se los devuelvo aterrado
Para que no vea lo mismo que yo.
Y mientras tanto un sol distinto
Cada noche,
Se apaga sobre la línea del horizonte.
Y me los da,
Envueltos en papel de regalo,
Para que mire el mundo con los suyos,
Y yo,
Incapaz,
Se los devuelvo aterrado
Para que no vea lo mismo que yo.
Y mientras tanto un sol distinto
Cada noche,
Se apaga sobre la línea del horizonte.
2 comentarios:
No querer ver no es buena cosa.
Todos los soles son distintos, creo que en realidad no hay dos iguales.
Abrazo, feliz fin de semana.
Pienso que, realmente no todos estamos preparados para interpretar del mismo modo, las visiones que nos ofrecen, aunque con bello gesto, nos regalen sus ojos en el intento.
Es magnífico.
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