Quisiera saber
dónde me duele, y extirparme
a mordiscos las heridas.
Prenderle fuego al mundo,
pintarme los ojos
con otro cielo,
desdoblarme,
asesinar
la parte de mí que se hunde
en la arena
y que el otro yo
flotara
sin marcharse de ese líquido
amnésico y salado
que suelen destilar los ojos.
2 comentarios:
Un poema con mucha intensidad, lleno de fuerza. Me ha encantado. Un abrazo.
Vaya, hacía tiempo que no entraba por aquí. Tus versos son cada vez más intensos, tengo ganas de leer el poemario completo. Cuando quieras me lo mandas. Por cierto, tengo un libro para ti. Un ejemplar de El crack de 2009 donde está tu relato publicado, tengo pendiente darte uno. Un abrazo. Noe
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